La caza es protección activa de la naturaleza.
La caza significa una destrucción del equilibrio natural del ecosistema. Esta puede llevar a diezmar o exterminar especies de animales. Los cazadores son unos aprovechados de la naturaleza y no unos protectores de la misma. Ellos cuidan en todo caso de los animales que les interesan como botín. Por lo demás, los cazadores mismos contradicen hoy en día aquella afirmación: «la caza como protección activa de la naturaleza» o «los cazadores como verdaderos protectores de la naturaleza» etc., todo muy bien y bonito. Pero a pesar de todo ello no somos aceptados por los funcionarios de las asociaciones protectoras de la naturaleza. ¿Por qué no estamos al fin más por el sentido y finalidad de nuestra práctica de cazadores (…) La caza no es conservación en primera línea, sino en su sentido original hacer botín y queremos hacer botín. No es reprochable sentir alegría cuando conseguimos tirar una pieza. No, debe proporcionar por lo demás alegría si un venado muere sin sufrir a causa de un disparo límpio… » (WILD UND HUND 13/2001).
En el cantón suizo de Genf la población decidió en 1975 por referéndum la prohibición general de la caza de mamíferos y aves. En los años siguientes aumentó de manera espectacular el número de aves acuáticas que invernaban a orillas del lago de Genf y del Rín, sin duda una consecuencia de las perturbaciones restantes causadas por la caza. Antes del referéndun los representantes de los cazadores habían afirmado que sin la caza la liebre en el cantón de Genf estaría amenazada de extinción a causa de los animales depredadores. El caso fue lo contrario. Entre tanto el cantón de Genf se alegra de una sana capacidad de crecimiento de la población de liebres, la mayor densidad de población de liebres en Suiza. El temor de los agricultures de que la prohibición de la caza causaría más destrozos en los cultivos, no ha sido confirmado: el número de destrozos en el cantón de Genf son comparables con los de Schaffhausen, a pesar de que en Schaffhausen está permitida la caza.
Un gran número de especies que aún se cazan en Alemania (liebres, martas arbolares, codornices, perdices) están en la lista roja de las especies amenazadas a nivel estatal. La caza no es siempre el único factor de peligro, aunque la cacería de especies amenazadas no contribuye especialmetne a su conservación.
Los perjuicios a causa de la caza son enormes con motivo del desarrollo de la tecnología de armas: desde el siglo XVII son la caza y la destrucción de los espacios vitales naturales a causa del hombre los responsables del 57% de las aves extinguidas y del 62% de las especies de maníferos extinguidos sin la caza.
La caza significa una destrucción del equilibrio natural del ecosistema. Esta puede llevar a diezmar o exterminar especies de animales. Los cazadores son unos aprovechados de la naturaleza y no unos protectores de la misma. Ellos cuidan en todo caso de los animales que les interesan como botín. Por lo demás, los cazadores mismos contradicen hoy en día aquella afirmación: «la caza como protección activa de la naturaleza» o «los cazadores como verdaderos protectores de la naturaleza» etc., todo muy bien y bonito. Pero a pesar de todo ello no somos aceptados por los funcionarios de las asociaciones protectoras de la naturaleza. ¿Por qué no estamos al fin más por el sentido y finalidad de nuestra práctica de cazadores (…) La caza no es conservación en primera línea, sino en su sentido original hacer botín y queremos hacer botín. No es reprochable sentir alegría cuando conseguimos tirar una pieza. No, debe proporcionar por lo demás alegría si un venado muere sin sufrir a causa de un disparo límpio… » (WILD UND HUND 13/2001).
En el cantón suizo de Genf la población decidió en 1975 por referéndum la prohibición general de la caza de mamíferos y aves. En los años siguientes aumentó de manera espectacular el número de aves acuáticas que invernaban a orillas del lago de Genf y del Rín, sin duda una consecuencia de las perturbaciones restantes causadas por la caza. Antes del referéndun los representantes de los cazadores habían afirmado que sin la caza la liebre en el cantón de Genf estaría amenazada de extinción a causa de los animales depredadores. El caso fue lo contrario. Entre tanto el cantón de Genf se alegra de una sana capacidad de crecimiento de la población de liebres, la mayor densidad de población de liebres en Suiza. El temor de los agricultures de que la prohibición de la caza causaría más destrozos en los cultivos, no ha sido confirmado: el número de destrozos en el cantón de Genf son comparables con los de Schaffhausen, a pesar de que en Schaffhausen está permitida la caza.
Un gran número de especies que aún se cazan en Alemania (liebres, martas arbolares, codornices, perdices) están en la lista roja de las especies amenazadas a nivel estatal. La caza no es siempre el único factor de peligro, aunque la cacería de especies amenazadas no contribuye especialmetne a su conservación.
Los perjuicios a causa de la caza son enormes con motivo del desarrollo de la tecnología de armas: desde el siglo XVII son la caza y la destrucción de los espacios vitales naturales a causa del hombre los responsables del 57% de las aves extinguidas y del 62% de las especies de maníferos extinguidos sin la caza.